Aunque a la protagonista de nuestra historia no le gusta mucho hacer tareas, cuando la maestra le deja una actividad sobre cultivar una planta, la cosa cambia.
Con todo, poco a poco desaparece el buen ánimo por realizar algo que parecía entretenido. 
No resulta sencillo explicar una y otra vez en qué consiste la tarea. Y menos si la plantita se niega a crecer en un frasco prestado.
Eso sí, puede que haya ricos frijoles con epazote para el almuerzo.